Es la sensación que tenemos cuando empezamos a pintar por primera vez, tenemos muchas ganas de obtener resultados, pero todo se frustra cuando vemos que no avanzamos, simplemente porque cambiamos de color y limpiamos o, peor aún, porque nuestro aerógrafo no funciona como debería funcionar.
Hay una cosa que no nos habían explicado antes, y es que un aerógrafo que se usa constantemente suele necesitar limpiezas continuadas. Por ello lo que debemos hacer es ajustar nuestra metodología de trabajo a aquella que nos haga realizar esta maniobra la menos posible, para así, poder avanzar.
Es muy sencillo, en los cambios de color: depende en gran parte del cambio de color que se haga. Si pasamos de un color claro a uno oscuro, podemos limpiar simplemente con agua, pero si el proceso es inverso o se ha empleado un color espeso, como el blanco, o los tierras, entonces convendría usar un producto limpiador más intenso, como disolvente, diluyente específico, alcohol (depende en parte del tipo de pintura). Pero para esta limpieza no suele ser necesario desmontar el aerógrafo. Por ello es preferible planificar de antemano el proceso de trabajo e ir de claro a oscuro, o de colores transparentes a colores opacos, para evitar limpiezas más prolongadas.
Debemos evitar dejar el aerógrafo con pintura durante un periodo largo o incluso en pequeñas pausas, puede que se nos seque la boquilla y se obstruya, es como un bolígrafo cuando lo dejas sin tapa, se acaba secando.
La mayoría de las veces que se atasca el aerógrafo es por la pintura, si no esta bien diluida el aerógrafo es incapaz de expulsar pintura espesa, puede que parezca que al principio fluye bien, pero a medida que se rocía pintura se va alojando en la boquilla y se convierte en grumo y ya tenemos atasco, errores de trazo y pulverización. Por eso es recomendable usar pintura específica para la aerografía, nos ahorraremos este problema.
Puede que tras limpiar el aerógrafo minuciosamente, y usando pintura muy diluida, nos siga dando problemas de pulverización, en este caso el problema será de ajustes en el montaje, una pieza mal ajustada, mal presionada hace que el aerógrafo no quede estanco y se fugue el aire por alguna junta, impidiendo la correcta pulverización.
Es demasiado facil cometer errores durante el trabajo que haga que atasquemos el aerógrafo, su pico de flujo es muy pequeño, por ello debemos ser minuciosos en la limpieza y en su mantenimiento.
Espero que esto no sea un problema que os haga desesperar, si tenéis alguna duda o problema con este tema no dudéis en comentar, seguro que se acaba solucionando.